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Nombramiento del Consejo Directivo

En Asamblea Extraordinaria de fecha 14 de noviembre de 2024, la Asociación eligió un nuevo consejo directivo para el período del 15 de noviembre de 2024 al 14 de noviembre de 2026, con los siguientes miembros:

Cargo Nombre y apellidos
01
Presidente
Daniel Soto Vila
02
Vicepresidente
Alfredo de la Cruz Quispe
03
Secretaria
Ruth C. Yupanqui Cisneros
04
Tesorero
Copertino Yupanqui López
05
Fiscal
Fredy Huaman Balboa
06
Vocal I
Brayán Mina Atachao
07
Vocal II
Augusto Basilio Velásquez

La Junta Directiva Actual de la IECCSP, Junta Directiva IECCSPcorrespondiente al período comprendido entre el 15 de noviembre de 2024 y el 14 de noviembre de 2026, representa un nuevo capítulo en el liderazgo de nuestra comunidad de fe. Este equipo ha sido elegido en Asamblea Extraordinaria bajo un proceso transparente, participativo y orientado por la oración, con el propósito de guiar con sabiduría, compromiso y visión los destinos espirituales y administrativos de nuestra iglesia. La junta está compuesta por líderes que han demostrado integridad, madurez cristiana y un profundo amor por el servicio, cualidades esenciales para responder a los desafíos del presente y a las oportunidades del futuro.

Cada uno de los miembros que conforman este consejo ha aceptado su rol con humildad, reconociendo que su labor va mucho más allá de las tareas administrativas: es una vocación de servicio que implica entregar tiempo, energía, dones y oración para el bienestar y el crecimiento de toda la congregación. Más allá de los títulos y las responsabilidades formales, lo que los une es una fe activa en Jesucristo y un deseo ardiente de ver a la iglesia cumplir con la Gran Comisión, alcanzar a los perdidos, edificar a los creyentes y glorificar a Dios en todo lo que hace.

Esta junta directiva tiene como prioridad la fidelidad a los principios bíblicos que rigen nuestra denominación. Por eso, cada decisión que se toma es evaluada a la luz de la Palabra de Dios, buscando siempre la edificación del cuerpo de Cristo y la promoción de un testimonio coherente ante la sociedad.Junta Directiva IECCSP En ese sentido, la junta no es solo un órgano de gobierno, sino también un equipo pastoral en el sentido más amplio: se encarga de velar por la salud espiritual, emocional y organizativa de toda la comunidad, procurando que cada ministerio funcione en armonía y que cada miembro de la iglesia tenga un espacio donde crecer y servir.

Durante este período 2024–2026, uno de los objetivos más importantes es fortalecer el vínculo entre los diversos ministerios que componen la estructura de la IECCSP. Se han establecido reuniones periódicas de coordinación y evaluación, donde se analizan avances, se identifican áreas de mejora y se definen acciones estratégicas. El trabajo en equipo es un valor fundamental, y se promueve constantemente el diálogo, la unidad y la participación activa de todos los líderes, voluntarios y miembros.

Otro eje prioritario del trabajo de la junta es la formación integral de nuevos líderes. La iglesia reconoce que el futuro depende de una generación comprometida, capacitada y espiritualmente madura, por lo que se han implementado espacios de discipulado, talleres, conferencias y retiros que buscan desarrollar el potencial de cada creyente. Se trabaja especialmente con los jóvenes, animándolos a descubrir su llamado y a involucrarse en la obra de Dios con pasión y responsabilidad.

En el ámbito administrativo, la junta ha establecido políticas claras para el manejo de los recursos, entendiendo que todo lo que la iglesia recibe —ya sea en forma de ofrendas, diezmos o donaciones— debe ser administrado con transparencia, orden y excelencia. El área de tesorería presenta informes regulares a la congregación, detallando el uso de los fondos y rindiendo cuentas sobre cada inversión realizada. Esta cultura de responsabilidad y confianza ha permitido avanzar en proyectos importantes, como el mantenimiento de las instalaciones, la adquisición de nuevos equipos y el apoyo a familias en necesidad.

Junta Directiva IECCSP

El liderazgo actual también ha enfatizado el valor de la comunicación clara y constante. Se han abierto canales de diálogo directo con la membresía a través de reuniones informativas, comunicados semanales y presencia en redes sociales. Se busca mantener a toda la comunidad informada, involucrada y motivada, recordando que cada miembro es parte activa del cuerpo de Cristo y que juntos construimos la iglesia.

Una de las fortalezas más notables de esta junta es su capacidad de escuchar. Cada decisión importante se toma luego de orar, dialogar y considerar distintas perspectivas. Esto ha generado un ambiente de respeto mutuo, donde todos los aportes son valorados y donde no se impone una visión personal, sino que se construye colectivamente un camino común. Esta actitud de humildad ha sido clave para mantener la unidad en medio de los desafíos y para responder con sabiduría a las necesidades que van surgiendo.

Además, se ha intensificado el trabajo de alcance comunitario, entendiendo que la iglesia no puede estar encerrada entre sus cuatro paredes. La junta directiva actual promueve iniciativas de evangelismo en plazas, hospitales y sectores vulnerables, llevando un mensaje de esperanza y acompañamiento a quienes más lo necesitan. Se fomenta también el servicio social, brindando apoyo a personas en situación de calle, asistencia alimentaria a familias afectadas por la economía y programas de contención emocional y espiritual.

El compromiso con la excelencia ha sido otro sello distintivo de este equipo. En todo lo que se hace, se busca glorificar a Dios con lo mejor: desde la organización de cultos hasta la gestión de recursos humanos. Cada miembro de la junta ha comprendido que servir a Dios no es una tarea secundaria, sino una responsabilidad sagrada que exige preparación, entrega y pasión. Por ello, se promueve una cultura de mejora continua, donde se evalúa cada proyecto y se busca constantemente la forma de hacerlo mejor.

La junta directiva también ha establecido la meta de fomentar una iglesia saludable, donde no solo se predique la Palabra, sino donde se practique el amor, el perdón, la hospitalidad y la comunión entre hermanos. Se trabaja para construir una comunidad viva, donde las personas se sientan valoradas, acompañadas y desafiadas a crecer espiritualmente. Este ambiente de familia espiritual es cultivado con cuidado, mediante grupos de conexión, visitas pastorales y espacios de oración intercesora.

El liderazgo que ejerce esta junta es, sobre todo, espiritual. No se trata de una simple estructura organizativa, sino de una expresión del gobierno de Dios en medio de su pueblo. Cada reunión comienza con oración, cada proyecto se somete a la voluntad del Señor, y cada desafío se enfrenta con fe. Los miembros de la junta entienden que son instrumentos de un propósito mayor y que su autoridad proviene del servicio, no del poder.

En resumen, la Junta Directiva Actual IECCSP para el período 2024–2026 representa un liderazgo comprometido, sensible, estratégico y profundamente espiritual. Su trabajo no se limita a la gestión, sino que abarca el pastoreo, la enseñanza, el cuidado, la visión y la acción. La iglesia avanza con paso firme porque cuenta con hombres y mujeres que han dicho “sí” al llamado de Dios, que trabajan con excelencia, que escuchan con humildad y que actúan con fe.

Que este nuevo período sea una oportunidad para seguir creciendo juntos, para fortalecer nuestras raíces en la Palabra y para extender nuestras ramas hacia una comunidad que necesita ver el amor de Cristo en acción. Con esta junta directiva al frente, y con el respaldo de una congregación activa y apasionada, confiamos en que el Señor seguirá haciendo cosas grandes en medio de nosotros.

La Junta Directiva Actual de la IECCSP, correspondiente al período comprendido entre el 15 de noviembre de 2024 y el 14 de noviembre de 2026, representa un nuevo capítulo en el liderazgo de nuestra comunidad de fe. Este equipo ha sido elegido en Asamblea Extraordinaria bajo un proceso transparente, participativo y orientado por la oración, con el propósito de guiar con sabiduría, compromiso y visión los destinos espirituales y administrativos de nuestra iglesia. La junta está compuesta por líderes que han demostrado integridad, madurez cristiana y un profundo amor por el servicio, cualidades esenciales para responder a los desafíos del presente y a las oportunidades del futuro. Cada uno de los miembros que conforman este consejo ha aceptado su rol con humildad, reconociendo que su labor va mucho más allá de las tareas administrativas: es una vocación de servicio que implica entregar tiempo, energía, dones y oración para el bienestar y el crecimiento de toda la congregación. Más allá de los títulos y las responsabilidades formales, lo que los une es una fe activa en Jesucristo y un deseo ardiente de ver a la iglesia cumplir con la Gran Comisión, alcanzar a los perdidos, edificar a los creyentes y glorificar a Dios en todo lo que hace. Esta junta directiva tiene como prioridad la fidelidad a los principios bíblicos que rigen nuestra denominación. Por eso, cada decisión que se toma es evaluada a la luz de la Palabra de Dios, buscando siempre la edificación del cuerpo de Cristo y la promoción de un testimonio coherente ante la sociedad. En ese sentido, la junta no es solo un órgano de gobierno, sino también un equipo pastoral en el sentido más amplio: se encarga de velar por la salud espiritual, emocional y organizativa de toda la comunidad, procurando que cada ministerio funcione en armonía y que cada miembro de la iglesia tenga un espacio donde crecer y servir. Durante este período 2024–2026, uno de los objetivos más importantes es fortalecer el vínculo entre los diversos ministerios que componen la estructura de la IECCSP. Se han establecido reuniones periódicas de coordinación y evaluación, donde se analizan avances, se identifican áreas de mejora y se definen acciones estratégicas. El trabajo en equipo es un valor fundamental, y se promueve constantemente el diálogo, la unidad y la participación activa de todos los líderes, voluntarios y miembros. Otro eje prioritario del trabajo de la junta es la formación integral de nuevos líderes. La iglesia reconoce que el futuro depende de una generación comprometida, capacitada y espiritualmente madura, por lo que se han implementado espacios de discipulado, talleres, conferencias y retiros que buscan desarrollar el potencial de cada creyente. Se trabaja especialmente con los jóvenes, animándolos a descubrir su llamado y a involucrarse en la obra de Dios con pasión y responsabilidad. En el ámbito administrativo, la junta ha establecido políticas claras para el manejo de los recursos, entendiendo que todo lo que la iglesia recibe —ya sea en forma de ofrendas, diezmos o donaciones— debe ser administrado con transparencia, orden y excelencia. El área de tesorería presenta informes regulares a la congregación, detallando el uso de los fondos y rindiendo cuentas sobre cada inversión realizada. Esta cultura de responsabilidad y confianza ha permitido avanzar en proyectos importantes, como el mantenimiento de las instalaciones, la adquisición de nuevos equipos y el apoyo a familias en necesidad. El liderazgo actual también ha enfatizado el valor de la comunicación clara y constante. Se han abierto canales de diálogo directo con la membresía a través de reuniones informativas, comunicados semanales y presencia en redes sociales. Se busca mantener a toda la comunidad informada, involucrada y motivada, recordando que cada miembro es parte activa del cuerpo de Cristo y que juntos construimos la iglesia. Una de las fortalezas más notables de esta junta es su capacidad de escuchar. Cada decisión importante se toma luego de orar, dialogar y considerar distintas perspectivas. Esto ha generado un ambiente de respeto mutuo, donde todos los aportes son valorados y donde no se impone una visión personal, sino que se construye colectivamente un camino común. Esta actitud de humildad ha sido clave para mantener la unidad en medio de los desafíos y para responder con sabiduría a las necesidades que van surgiendo. Además, se ha intensificado el trabajo de alcance comunitario, entendiendo que la iglesia no puede estar encerrada entre sus cuatro paredes. La junta directiva actual promueve iniciativas de evangelismo en plazas, hospitales y sectores vulnerables, llevando un mensaje de esperanza y acompañamiento a quienes más lo necesitan. Se fomenta también el servicio social, brindando apoyo a personas en situación de calle, asistencia alimentaria a familias afectadas por la economía y programas de contención emocional y espiritual. El compromiso con la excelencia ha sido otro sello distintivo de este equipo. En todo lo que se hace, se busca glorificar a Dios con lo mejor: desde la organización de cultos hasta la gestión de recursos humanos. Cada miembro de la junta ha comprendido que servir a Dios no es una tarea secundaria, sino una responsabilidad sagrada que exige preparación, entrega y pasión. Por ello, se promueve una cultura de mejora continua, donde se evalúa cada proyecto y se busca constantemente la forma de hacerlo mejor. La junta directiva también ha establecido la meta de fomentar una iglesia saludable, donde no solo se predique la Palabra, sino donde se practique el amor, el perdón, la hospitalidad y la comunión entre hermanos. Se trabaja para construir una comunidad viva, donde las personas se sientan valoradas, acompañadas y desafiadas a crecer espiritualmente. Este ambiente de familia espiritual es cultivado con cuidado, mediante grupos de conexión, visitas pastorales y espacios de oración intercesora. El liderazgo que ejerce esta junta es, sobre todo, espiritual. No se trata de una simple estructura organizativa, sino de una expresión del gobierno de Dios en medio de su pueblo. Cada reunión comienza con oración, cada proyecto se somete a la voluntad del Señor, y cada desafío se enfrenta con fe. Los miembros de la junta entienden que son instrumentos de un propósito mayor y que su autoridad proviene del servicio, no del poder. En resumen, la Junta Directiva Actual IECCSP para el período 2024–2026 representa un liderazgo comprometido, sensible, estratégico y profundamente espiritual. Su trabajo no se limita a la gestión, sino que abarca el pastoreo, la enseñanza, el cuidado, la visión y la acción. La iglesia avanza con paso firme porque cuenta con hombres y mujeres que han dicho “sí” al llamado de Dios, que trabajan con excelencia, que escuchan con humildad y que actúan con fe. Que este nuevo período sea una oportunidad para seguir creciendo juntos, para fortalecer nuestras raíces en la Palabra y para extender nuestras ramas hacia una comunidad que necesita ver el amor de Cristo en acción. Con esta junta directiva al frente, y con el respaldo de una congregación activa y apasionada, confiamos en que el Señor seguirá haciendo cosas grandes en medio de nosotros. A lo largo de su historia, la Iglesia ha experimentado diferentes etapas de crecimiento, desafíos y transformación. En ese contexto, el papel de la Junta Directiva ha sido fundamental para mantener el rumbo, fortalecer la misión y guiar con fidelidad los pasos del pueblo de Dios. La Junta Directiva Actual de la IECCSP continúa esta línea de trabajo con un enfoque renovado, consciente del contexto en el que vivimos, pero firmemente arraigada en los principios eternos del Evangelio. Una de las principales áreas que esta directiva ha impulsado con fuerza es la vida devocional de la comunidad. A través de campañas de oración, ayunos congregacionales, vigilias y jornadas de intercesión, se ha cultivado una atmósfera espiritual donde la presencia de Dios es el centro. La junta entiende que ningún proyecto, por bueno que sea, puede prosperar si no nace en el corazón de Dios. Por eso, se fomenta una vida de intimidad con el Señor tanto en el liderazgo como en cada miembro de la iglesia. A su vez, la directiva ha potenciado los espacios de enseñanza bíblica. Se han establecido programas de estudios sistemáticos, se ha reforzado la escuela dominical, y se han abierto cursos sobre doctrina, liderazgo, discipulado y temas contemporáneos desde una perspectiva cristiana. El objetivo es formar una iglesia sólida, con creyentes capaces de dar razón de su fe y de vivir conforme a los valores del Reino de Dios en cada aspecto de sus vidas. En cuanto al ámbito familiar, la junta ha reconocido la importancia de fortalecer los hogares como núcleos de fe. Se han diseñado actividades específicas para matrimonios, padres, adolescentes y niños, entendiendo que cada etapa de la vida necesita un acompañamiento adecuado. Los encuentros de familia han sido espacios de restauración, reflexión y renovación, donde muchos han encontrado dirección, consuelo y herramientas para afrontar los desafíos de la vida cotidiana con sabiduría y esperanza. También se ha promovido un enfoque misional, desafiando a la iglesia a mirar más allá de sus propios muros. La junta impulsa activamente la plantación de nuevas obras, el envío de misioneros y la colaboración con otras iglesias e instituciones cristianas para llevar el Evangelio a lugares donde aún no ha sido proclamado. Esta visión global está basada en la convicción de que el llamado de Cristo no tiene fronteras y de que cada iglesia local es parte del gran plan redentor de Dios para el mundo. Otro aspecto clave ha sido el cuidado pastoral personalizado. La junta ha establecido mecanismos para que cada miembro reciba atención espiritual de calidad, especialmente en momentos de crisis o transición. A través de un equipo de consejería pastoral y redes de acompañamiento, se brinda contención, orientación bíblica y apoyo emocional a quienes lo necesitan. Esta labor ha sido fundamental para cultivar una iglesia donde nadie se sienta solo y donde todos puedan experimentar el amor de Dios de manera tangible. En lo que respecta a los valores que rigen la gestión de la Junta Directiva, destaca una firme adhesión a la transparencia, la rendición de cuentas y la excelencia en cada tarea. Las decisiones se toman en consenso, con asesoramiento profesional cuando es necesario, y siempre bajo un espíritu de oración y búsqueda de la voluntad divina. Cada miembro de la junta asume su rol como un privilegio, pero también como una gran responsabilidad delante de Dios y de la comunidad que confía en su liderazgo. Además, se promueve una cultura organizacional basada en la cooperación, el respeto y la participación. Las ideas son bienvenidas, los talentos son reconocidos y el servicio es celebrado. Se reconoce que el cuerpo de Cristo está compuesto por muchos miembros, y que todos tienen un lugar y una función vital. La junta trabaja para empoderar a cada persona en su llamado, sea dentro o fuera del ámbito eclesial, creyendo que una iglesia sana es una iglesia donde todos sirven con alegría y propósito. El impacto de este liderazgo ya se ve reflejado en el crecimiento espiritual, numérico y organizativo de la iglesia. Nuevas personas se suman cada semana, testimonios de transformación se multiplican, y la comunidad encuentra en la IECCSP no solo un lugar de culto, sino un hogar espiritual donde crecer, sanar y avanzar. La Junta Directiva es consciente de que este fruto es obra de Dios, pero también de una iglesia comprometida, una visión clara y una gestión pastoral diligente. Mirando hacia el futuro, la directiva tiene sueños grandes pero firmemente fundamentados. Sueña con una iglesia aún más activa en lo social, más sólida en lo doctrinal, más profunda en lo espiritual y más visible en su testimonio. Sueña con multiplicar líderes, abrir nuevos espacios de servicio, desarrollar recursos educativos propios y alcanzar a más personas con el mensaje del Evangelio. Y sobre todo, sueña con ver la gloria de Dios manifestarse poderosamente en medio de su pueblo. En estos tiempos donde el mundo enfrenta incertidumbres, crisis y cambios acelerados, la iglesia necesita un liderazgo firme, sabio y sensible a la voz del Espíritu Santo. La Junta Directiva Actual de la IECCSP se presenta como un ejemplo de esa clase de liderazgo: arraigado en la fe, guiado por el amor y comprometido con la misión. No se trata de hombres y mujeres perfectos, sino de siervos que han respondido con valentía y humildad al llamado de Dios para este tiempo. Su trabajo no es aislado ni autorreferencial, sino en profunda conexión con la comunidad de creyentes, con otras iglesias hermanas y con la sociedad a la que quiere servir. En ese sentido, esta junta es también un puente: entre generaciones, entre visiones, entre necesidades y soluciones. Es un canal por donde fluye la gracia, la sabiduría y la dirección de Dios para su pueblo. Finalmente, vale recordar que el éxito de una junta directiva no se mide solo por lo que logra, sino también por lo que inspira. Y esta directiva ha inspirado a muchos: a servir, a creer, a levantarse, a soñar. Ha recordado que la iglesia es viva, que la obra de Dios continúa y que cada generación tiene la responsabilidad de tomar la antorcha, correr con ella y pasarla a los que vienen detrás. Confiamos plenamente en que el Señor continuará usando a esta Junta Directiva para edificar, guiar y bendecir a la IECCSP, y que su legado dejará huellas imborrables en la vida de muchos. Que cada acción, cada reunión y cada decisión siga siendo una ofrenda de obediencia y adoración a Aquel que es el verdadero Pastor y Cabeza de la Iglesia: Jesucristo, nuestro Señor.

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